Поиск по творчеству и критике
Cлово "JUNTA"


А Б В Г Д Е Ж З И Й К Л М Н О П Р С Т У Ф Х Ц Ч Ш Щ Э Ю Я
0-9 A B C D E F G H I J K L M N O P Q R S T U V W X Y Z
Поиск  
1. Dostoevsky. El adolecente (Spanish. Подросток). Tercera parte. Capítulo II
Входимость: 2. Размер: 56кб.
2. Dostoevsky. Los hermanos Karamazov (Spanish. Братья Карамазовы). Primera parte. Libro III. Los sensuales. Capitulo X. Las dos juntas
Входимость: 2. Размер: 28кб.
3. Dostoevsky. Los hermanos Karamazov (Spanish. Братья Карамазовы)
Входимость: 1. Размер: 9кб.
4. Dostoevsky. El adolecente (Spanish. Подросток). Tercera parte. Capítulo V
Входимость: 1. Размер: 59кб.
5. Dostoevsky. Crimen y castigo (Spanish. Преступление и наказание). Tercera parte. Capitulo IV
Входимость: 1. Размер: 34кб.
6. Dostoevsky. Crimen y castigo (Spanish. Преступление и наказание). Primera parte. Capitulo II
Входимость: 1. Размер: 49кб.
7. Dostoevsky. El jugador (Spanish. Игрок). Capítulo 4
Входимость: 1. Размер: 14кб.
8. Dostoevsky. El adolecente (Spanish. Подросток). Tercera parte. Capitulo VI
Входимость: 1. Размер: 49кб.
9. Dostoevsky. Crimen y castigo (Spanish. Преступление и наказание). Tercera parte. Capitulo VI
Входимость: 1. Размер: 33кб.
10. Dostoevsky. El adolecente (Spanish. Подросток). Tercera parte. Capitulo XI
Входимость: 1. Размер: 52кб.
11. Dostoevsky. El adolecente (Spanish. Подросток). Notas
Входимость: 1. Размер: 31кб.
12. Dostoevsky. El adolecente (Spanish. Подросток). Primera parte. Capítulo X
Входимость: 1. Размер: 51кб.
13. Dostoevsky. El adolecente (Spanish. Подросток). Tercera parte. Capítulo IV
Входимость: 1. Размер: 63кб.
14. Dostoevsky. El adolecente (Spanish. Подросток). Segunda parte. Capítulo V
Входимость: 1. Размер: 52кб.
15. Dostoevsky. Crimen y castigo (Spanish. Преступление и наказание). Sexta parte. Capitulo VIII
Входимость: 1. Размер: 30кб.

Примерный текст на первых найденных страницах

1. Dostoevsky. El adolecente (Spanish. Подросток). Tercera parte. Capítulo II
Входимость: 2. Размер: 56кб.
Часть текста: eso es lo que pienso hoy de ello. Pero jamás dejé de querer a Lisa. Muy al contrario, la quería todavía más. Solamente que no quería ser yo quien diera el primer paso, aun comprendiendo que tampoco sería ella quien to daría, a ningún precio. Desde que se conoció la historia del príncipe, inmediatamente después de su arresto, Lisa no tuvo más preocupación que la de tomar respecto a nosotros y respecto a todo el mundo la actitud de una persona que no sabría ni siquiera admitir la idea de que se la pudiese compadecer o consolar, al justificar al príncipe. Al contrario, siempre tratando de no explicarse y de no discutir jamás, tenía en todo momento el aire de gloriarse con la conducta de su desgraciado novio, como si se tratara de un heroísmo supremo. Ella parecía decirnos a todos y en cualquier instante (sin pronunciar una palabra, lo repito): "Ninguno de vosotros hará jamás otro tanto. No seríais capaces de ir a entregaros por motivos de honor y de deber. Es que ninguno de vosotros tiene la conciencia tan delicada y tan pura. En cuanto a sus actos, quién es el que no tiene alguna mala acción sobre su conciencia? Solamente que los demás se ocultan, mientras que él ha preferido perderse antes que seguir siendo indigno a sus propios ojos." He aquí lo que significaba a ojos vistas cada uno de sus gestos. Yo no sé, pero me parece que yo habría obrado exactamente ...
2. Dostoevsky. Los hermanos Karamazov (Spanish. Братья Карамазовы). Primera parte. Libro III. Los sensuales. Capitulo X. Las dos juntas
Входимость: 2. Размер: 28кб.
Часть текста: había ocurrido jamás. Una duda, fatídica a insondable, se imponía a todas las demás: qué sería de su padre y de su hermano Dmitri frente a aquella temible mujer? Estaban enamorados. El único desgraciado era su hermano Dmitri: la fatalidad le acechaba. Otras personas estaban mezcladas en todo esto y tal vez más de lo que él había creído antes. Había en ello algo enigmático. Iván le había anticipado algunas cosas, sospechadas desde hacía mucho tiempo, y ahora se sentía como atado por ellas. Otra cosa extraña: hacía un momento iba en busca de Catalina Ivanovna presa de extraordinaria turbación, y ahora la turbación había desaparecido por completo. Incluso aceleraba el paso como si esperase recibir de ella alguna revelación. Sin embargo, su misión era ahora más penosa que cuando se la había confiado Dmitri. La posibilidad de devolver los tres mil rublos se había desvanecido, y Dmitri, al ver perdido su honor...
3. Dostoevsky. Los hermanos Karamazov (Spanish. Братья Карамазовы)
Входимость: 1. Размер: 9кб.
Часть текста: Karamazov (Spanish. Братья Карамазовы) Prefacio Primera parte Libro primero. Historia de una familia Capitulo primero. Fiodor Pavlovitch Karamazov Capitulo II. Karamazov se desembaraza de su primer hijo Capitulo III. Nuevo matrimonio y nuevos hijos Capitulo IV. El tercer hijo: Aliocha Capitulo V. Los "startsy" Libro II. Una reunión fuera de lugar Capitulo primero. Llegada al monasterio Capítulo II. Un viejo payaso Capitulo III. Las mujeres creyentes Capitulo IV. Una dama de poca fe Capitulo V. Así sea! Capitulo VI. Por qué existirá semejante hombre? Capítulo VII. Un seminarista ambicioso Capitulo VIII. Un escándalo Libro III. Los sensuales Capitulo primero. En la antecámara Capítulo II. Isabel Smerdiachtchaia Capitulo III. Confesión de un corazón ardiente. En verso Capitulo IV. Confesión de un corazón ardiente. Anécdotas Capítulo V. Confesión de un corazón ardiente. La cabeza baja Capitulo VI. Smerdiakov Capitulo VII. Una controversia Capitulo VIII. Tomando el coñac Capítulo IX. Los sensuales Capitulo X. Las dos juntas Capítulo XI. Otra honra perdida Segunda parte Libro IV. Escenas Capitulo primero. El padre Theraponte Capitulo II. Aliocha visita a su padre Capítulo III. Encuentro con un grupo de escolares Capitulo IV. En casa de los Khokhlakov Capítulo V. Escena en el salón Capítulo VI. Escena en la isba Capítulo VII. Al aire libre Libro V. Pro y contra Capítulo primero. Los esponsales Capítulo II. Smerdiakov y su guitarra Capitulo III. Los hermanos se conocen Capitulo IV. Rebeldía Capitulo V. "El gran inquisidor" Capitulo VI. Todavía reina la oscuridad Capitulo VII. Da gusto conversar con un hombre...
4. Dostoevsky. El adolecente (Spanish. Подросток). Tercera parte. Capítulo V
Входимость: 1. Размер: 59кб.
Часть текста: (Spanish. Подросток). Tercera parte. Capítulo V CAPÍTULO V I En cuanto me anunciaron, Ana Andreievna abandonó su labor y se apresuró a venir a recibirme a su primera habitación, cosa que nunca había sucedido hasta entonces. Me tendió las manos y se ruborizó rápidamente. En silencio, me condujo a su cuarto, volvió a coger su labor a hizo que me sentara a su lado; pero ya no cosía, continuaba mirándome con un interés caluroso, sin decir palabra. -Me mandó usted a Daria Onissimovna - empecé a quemarropa, un poco molesto además por aquel interés demasiado manifiesto que, por otra parte, resultaba agradable. Ella tomó de pronto la palabra, sin contestar a mi pregunta: -Me lo han contado, lo sé todo. Aquella noche terrible... Cuánto debió usted de sufrir! Es verdad, puede ser verdad que lo encontraron a usted sin conocimiento, expuesto a la helada? -Es que a usted... Lambert...? - farfullé ruborizándome. --Me lo contó todo en aquellos momentos; pero yo lo aguardaba a usted: Vino a mi casa espantado. En casa de usted... donde estaba usted en la cama, enfermo, no quisieron dejarlo pasar... lo recibieron de una manera extraña... No sé verdaderamente cómo sucedió aquello, pero él me ha hablado mucho de esa noche; me dijo que al abrir usted los ojos me nombró en seguida... que habló del afecto que me tiene. Me conmoví hasta las lágrimas, Arcadio Makarovitch, e ignoro incluso por qué he ...
5. Dostoevsky. Crimen y castigo (Spanish. Преступление и наказание). Tercera parte. Capitulo IV
Входимость: 1. Размер: 34кб.
Часть текста: Raskolnikof no la reconoció en seguida. Era Sonia Simonovna Marmeladova. La había visto el día anterior -por primera vez-, pero en circunstancias y con un atavío que habían dejado en su memoria una imagen completamente distinta de ella. Ahora iba modestamente, incluso pobremente vestida y parecía muy joven, una muchachita de modales honestos y reservados y carita inocente y temerosa. Llevaba un vestido sumamente sencillo y un sombrero viejo y pasado de moda. Su mano empuñaba su sombrilla, único vestigio de su atavío del día anterior. Fue tal su confusión al ver la habitación llena de gente, que perdió por completo la cabeza, como si fuera verdaderamente una niña, y se dispuso a marcharse. -Ah! Es usted? -exclamó Raskolnikof, en el colmo de la sorpresa. Y de pronto también él se sintió turbado. Recordó que su madre y su hermana habían leído en la carta de Lujine la alusión a una joven cuya mala conducta era del dominio público. Cuando acababa de protestar de la calumnia de Lujine contra él y de recordar que el día anterior había visto por primera vez a la muchacha, he aquí que ella misma se presentaba en su habitación. Se acordó igualmente de que no había pronunciado ni una sola palabra de protesta contra la expresión "cuya mala conducta es del dominio público". Todos estos pensamientos cruzaron su mente en plena confusión y con rapidez vertiginosa, y al mirar atentamente a aquella pobre y ultrajada...
6. Dostoevsky. Crimen y castigo (Spanish. Преступление и наказание). Primera parte. Capitulo II
Входимость: 1. Размер: 49кб.
Часть текста: y la sombría exaltación de aquel largo mes que acababa de vivir en la más completa soledad, que sentía la necesidad de tonificarse en otro mundo, cualquiera que fuese y aunque sólo fuera por unos instantes. Por eso estaba a gusto en aquella taberna, a pesar de la suciedad que en ella reinaba. El tabernero estaba en otra dependencia, pero hacía frecuentes apariciones en la sala. Cuando bajaba los escalones, eran sus botas, sus elegantes botas bien lustradas y con anchas vueltas rojas, lo que primero se veía. Llevaba una blusa y un chaleco de satén negro lleno de mugre, e iba sin corbata. Su rostro parecía tan cubierto de aceite como un candado. Un muchacho de catorce años estaba sentado detrás del mostrador; otro más joven aún servía a los clientes. Trozos de cohombro, panecillos negros y rodajas de pescado se exhibían en una vitrina que despedía un olor infecto. El calor era insoportable. La atmósfera estaba tan cargada de vapores de alcohol, que daba la impresión de...
7. Dostoevsky. El jugador (Spanish. Игрок). Capítulo 4
Входимость: 1. Размер: 14кб.
Часть текста: muchedumbre era terrible. Qué insolentes y codiciosos eran todos! Me abrí camino hasta el centro y me coloqué junto al crupier; luego empecé cautelosamente a "probar el juego" en posturas de dos o tres monedas. Mientras tanto observaba y tomaba nota mental de lo que veía; me pareció que la "combinación" no significa gran cosa y no tiene, ni con mucho, la importancia que le dan algunos jugadores. Se sientan con papeles llenos de garabatos, apuntan los aciertos, hacen cuentas, deducen las probabilidades, calculan, por fin realizan sus puestas y.. pierden igual que nosotros, simples mortales, que jugamos sin "combinación". Sin embargo, saqué una conclusión que me parece exacta: aunque no hay, en efecto, sistema, existe no obstante, una especie de pauta en las probabilidades, lo que, por supuesto, es muy extraño. Ocurre, por ejemplo, que después de los doce números medios salen los doce últimos; dos veces -digamos- la bola cae en estos doce últimos y vuelve a los doce primeros. Una vez que ha caído en los doce primeros, vuelve otra vez a los doce medios, cae en ellos tres o...
8. Dostoevsky. El adolecente (Spanish. Подросток). Tercera parte. Capitulo VI
Входимость: 1. Размер: 49кб.
Часть текста: mantel sucio. Lambert pidió champaña; una copa llena de un vino frío color de oro apareció delante de mí, mirándome con aire atractivo; pero yo estaba descontento. -Mira, Lambert, lo que más me ofende es que te figures que puedes todavía darme órdenes como en casa de Tuchard, siendo así que aquí eres tú el esclavo de todos. -Imbécil! Vamos, brindemos! -Ni siquiera te molestas en fingir delante de mí; si, por to menos, disimulases que quieres hacerme beber... -Estás diciendo tonterías y estás borracho. Es preciso seguir bebiendo, y te sentirás más alegre. Vamos, coge tu cops, cógela. -Cómo es eso de "cógela"? Voy a irme, eso es todo. Y en efecto, iba a levantarme. Le entró una gran cólera. -Es Trichatov quien te ha contado historias contra mí: os he visto, murmurabais juntos. Pues bien, no eres más que un imbécil. A Alphonsine se le revuelve el estómago cuando él se le acerca... -Es repugnante. Ya te contaré lo que vale. -Ya me lo has dicho. A cada momento tienes en la boca a Alphonsine. Eres terriblemente estrecho. -Estrecho? - No comprendía -. Ahora se han puesto de acuerdo con el picado de viruelas. Por eso los he despedido. Son indecentes. Ese picado de viruelas es un canalla, va a pervertirlos. Yo, por el contrario, exigía que se comportasen siempre noblemente. Me senté, cogí maquinalmente la copa y bebí un trago. -Pero tú, tú tienes miedo de ellos, no es así? - continué enrabiándolo (y ciertamente yo era entonces todavía más repulsivo que él) -. Andreiev te ha tirado el sombrero y tú le has dado veinticinco rublos de recompensa. -Sí, pero me los pagará. Se rebelan, pero ya los domaré... -El...
9. Dostoevsky. Crimen y castigo (Spanish. Преступление и наказание). Tercera parte. Capitulo VI
Входимость: 1. Размер: 33кб.
Часть текста: una sonrisa fría y desdeñosa-; pero yo estaba atento al significado de cada una de sus palabras, mientras tú, siguiendo tu costumbre, no te fijabas en nada. -Tú has prestado tanta atención porque eres un hombre desconfiado. Sin embargo, reconozco que Porfirio hablaba en un tono extraño. Y, sobre todo, ese ladino de Zamiotof... Tiene razón: había en él algo raro... Pero por qué, Señor, por qué? -Habrá reflexionado durante la noche. -No; es todo lo contrario de lo que supones. Si les hubiera asaltado esa idea estúpida, lo habrían disimulado por todos los medios, habrían procurado ocultar sus intenciones, a fin de poder atraparte después con más seguridad. Intentar hacerlo ahora habría sido una torpeza y una insolencia. -Si hubiesen tenido pruebas, verdaderas pruebas, o suposiciones nada más que algo fundadas, habrían procurado sin duda ocultar su juego para ganar la partida... O tal vez habrían hecho un registro en mi habitación hace ya tiempo... Pero no tienen ni una sola prueba. Lo único que tienen son conjeturas gratuitas, suposiciones sin fundamento. Por eso intentan desconcertarme con sus insolencias... Obedecerá todo al despecho de Porfirio, que está furioso por no tener pruebas...? Tal vez persiga algún fin que es para nosotros un misterio... Parece inteligente... Es muy probable que haya intentado atemorizarme haciéndome creer que sabía algo... Es un hombre de carácter muy especial... En fin, no es nada agradable pretender hallar explicación a todas estas cuestiones... Dejemos este asunto! -Todo esto es ofensivo, muy ofensivo, ya lo...
10. Dostoevsky. El adolecente (Spanish. Подросток). Tercera parte. Capitulo XI
Входимость: 1. Размер: 52кб.
Часть текста: allí un sentimiento o, por decirlo mejor, todo un caos de sentimientos entre los cuales yo debía naturalmente extraviarme. Sin duda, había uno, esencial, que me aplastaba y dominaba a todos los demás, pero... debo confesarlo? Tanto más cuanto que no estoy seguro... Me colé en casa de Lambert, naturalmente, fuera de mí. Incluso me daba miedo de él y de Alphonsine. He observado siempre que los franceses, incluso los más desatinados, los más libertinos, se muestran extraordinariamente apegados, en su interior, a un cierto orden burgués, a un cierto plan de vida, terriblemente prosaico, rutinario y ritual, adoptado de una vez para siempre. Por lo demás, Lambert comprendió muy pronto que había sucedido algo y se mostró encantadó al ver que me tenía por fin en su casa. No soñaba más que con eso, día y noche, todos aquellos días! Qué necesario le era yo! Y ahora que había perdido toda esperanza, me presentaba de repente, por mis propios pasos, y además poseído de una locura tan enorme, exactamente en el estado que a él le hacía falta. -Lambert, vino! - grité -. Dame de beber! Déjame formar escándalo! Alphonsine!, dónde tiene usted su guitarra? No describo la escena, es superfluo. Bebimos, y se lo conté todo, todo. Él escuchaba ...