Поиск по творчеству и критике
Cлово "NOTABLE"


А Б В Г Д Е Ж З И Й К Л М Н О П Р С Т У Ф Х Ц Ч Ш Щ Э Ю Я
0-9 A B C D E F G H I J K L M N O P Q R S T U V W X Y Z
Поиск  
1. Dostoevsky. Los hermanos Karamazov (Spanish. Братья Карамазовы). Prefacio
Входимость: 2. Размер: 6кб.
2. Dostoevsky. El jugador (Spanish. Игрок). Capítulo 17
Входимость: 2. Размер: 27кб.
3. Dostoevsky. El adolecente (Spanish. Подросток). Primera parte. Capitulo VII
Входимость: 2. Размер: 41кб.
4. Dostoevsky. Los hermanos Karamazov (Spanish. Братья Карамазовы). Cuarta parte. Libro XII. Un error judicial. capítulo XII. No hubo asesinato
Входимость: 1. Размер: 22кб.
5. Dostoevsky. El adolecente (Spanish. Подросток). Tercera parte. Capítulo VIII
Входимость: 1. Размер: 25кб.
6. Dostoevsky. El jugador (Spanish. Игрок). Capítulo 9
Входимость: 1. Размер: 23кб.
7. Dostoevsky. The Gambler (English. Игрок). Chapter XVII
Входимость: 1. Размер: 25кб.
8. Dostoevsky. Los hermanos Karamazov (Spanish. Братья Карамазовы). Primera parte. Libro II. Una reunión fuera de lugar. Capítulo II. Un viejo payaso
Входимость: 1. Размер: 25кб.
9. Dostoevsky. Crimen y castigo (Spanish. Преступление и наказание). Cuarta parte. Capitulo II
Входимость: 1. Размер: 34кб.
10. Dostoevsky. Los hermanos Karamazov (Spanish. Братья Карамазовы). Cuarta parte. Libro XII. Un error judicial. Capítulo II. Declaraciones adversas
Входимость: 1. Размер: 24кб.
11. Dostoevsky. Los hermanos Karamazov (Spanish. Братья Карамазовы). Segunda parte. Libro VI. Un religioso ruso. Capitulo primero. El starets Zósimo y sus huéspedes
Входимость: 1. Размер: 12кб.
12. Dostoevsky. El adolecente (Spanish. Подросток). Segunda parte. Capítulo VI
Входимость: 1. Размер: 42кб.
13. Dostoevsky. Los hermanos Karamazov (Spanish. Братья Карамазовы). Primera parte. Libro III. Los sensuales. Capitulo VI. Smerdiakov
Входимость: 1. Размер: 15кб.
14. Dostoevsky. Crimen y castigo (Spanish. Преступление и наказание). Cuarta parte. Capitulo VI
Входимость: 1. Размер: 22кб.
15. Dostoevsky. Crimen y castigo (Spanish. Преступление и наказание). Primera parte. Capitulo IV
Входимость: 1. Размер: 36кб.
16. Dostoevsky. El jugador (Spanish. Игрок). Capítulo 16
Входимость: 1. Размер: 25кб.
17. Dostoevsky. El adolecente (Spanish. Подросток). Tercera parte. Capítulo VII
Входимость: 1. Размер: 43кб.
18. Dostoevsky. Los hermanos Karamazov (Spanish. Братья Карамазовы). Cuarta parte. Libro XII. Un error judicial. Capítulo primero. El día fatal
Входимость: 1. Размер: 16кб.
19. Dostoevsky. El adolecente (Spanish. Подросток). Tercera parte. Capitulo XI
Входимость: 1. Размер: 52кб.
20. Dostoevsky. Los hermanos Karamazov (Spanish. Братья Карамазовы). Segunda parte. Libro VI. Un religioso ruso. Capitulo II. Biografía del starets Zósimo, que descansa en el señor, escrita, según sus propias palabras, por Alexei Fiodorovitch Karamazov
Входимость: 1. Размер: 32кб.
21. Dostoevsky. El adolecente (Spanish. Подросток). Tercera parte. Capítulo II
Входимость: 1. Размер: 56кб.
22. Dostoevsky. Los hermanos Karamazov (Spanish. Братья Карамазовы). Primera parte. Libro primero. Historia de una familia. Capitulo IV. El tercer hijo: Aliocha
Входимость: 1. Размер: 20кб.

Примерный текст на первых найденных страницах

1. Dostoevsky. Los hermanos Karamazov (Spanish. Братья Карамазовы). Prefacio
Входимость: 2. Размер: 6кб.
Часть текста: de mi héroe, Alexei Fiodorovitch, experimento cierta perplejidad: aunque le llamo "mi héroe", sé que no es un gran hombre. Por lo tanto, se me dirigirán sin duda preguntas como éstas: "Qué hay de notable en Alexei Fiodorovitch para que lo haya elegido usted como héroe? Qué ha hecho? Quién lo conoce y por qué? Hay alguna razón para que yo, lector, emplee mi tiempo en estudiar su vida?" La última pregunta es la más embarazosa, pues la única respuesta que puedo dar es ésta: "Tal vez. Eso lo verá usted leyendo la novela. " Pero y si, después de leerla, el lector no ve en mi héroe nada de particular? Digo esto porque preveo que puede ocurrir así. A mis ojos, el personaje es notable, pero no tengo ninguna confianza en convencer de ello al lector. Es un hombre que procede con seguridad, pero de un modo vago y oscuro. Sin embargo, resultaría sorprendente, en nuestra época, pedir a las personas claridad. De lo que no hay duda es de que es un ser extraño, incluso original. Pero estas características, lejos de conferir el derecho de atraer la atención, representan un perjuicio,...
2. Dostoevsky. El jugador (Spanish. Игрок). Capítulo 17
Входимость: 2. Размер: 27кб.
Часть текста: esperanzas! Tenía acaso alguna duda de mí mismo? Y he aquí que ha pasado algo más de año y medio y, a mi modo de ver, estoy mucho peor que un mendigo! Qué digo mendigo? Nada de eso! Sencillamente estoy perdido. Pero no hay nada con qué compararlo y no tengo por qué darme a mí mismo lecciones de moral. Nada sería más estúpido que moralizar ahora. Oh, hombres satisfechos de sí mismos! Con qué orgullosa jactancia se disponen esos charlatanes a recitar sus propias máximas! Si supieran cómo yo mismo comprendo lo abominable de mi situación actual, no se atreverían a darme lecciones. Porque vamos a ver, qué pueden decirme que yo no sepa? Y acaso se trata de eso? De lo que se trata es de que basta un giro de la rueda para que todo cambie, y de que estos moralistas -estoy seguro de ello- serán entonces los primeros en venir a felicitarme con chanzas amistosas. Y no me volverán la espalda, como lo hacen ahora. Que se vayan a freír espárragos! Qué soy yo ahora? Un cero a la izquierda. Qué puedo ser mañana? Mañana puedo resucitar de entre los muertos Y empezar a vivir de nuevo. Aún puedo,...
3. Dostoevsky. El adolecente (Spanish. Подросток). Primera parte. Capitulo VII
Входимость: 2. Размер: 41кб.
Часть текста: mi deber. Si yo hubiese sido un poco más experimentado, habría debido adivinar que la menor duda en semejante asunto hay que interpretarla en el sentido malo. Pero estaba desorientado por otras circunstancias: no comprendía por qué tenía que alegrarme, pero el caso era que me hallaba presa de un regocijo loco, a pesar de mis dudas y del claro convencimiento que tenía de haber sufrido allá abajo un rotundo fracaso. Incluso las injurias rabiosas de Tatiana Pavlovna me parecían divertidas y graciosas, y no me enfadaban lo más mínimo. Aquello era sin duda porque, a pesar de todo, yo había roto mis cadenas y por primera vez me sentía en libertad. Sentía también que había estropeado mis asuntos: cómo obrar ahora con respecto a la carta sobre la herencia? La cuestión se tornaba aún más tenebrosa. Seguramente iban a creer que yo quería vengarme de Versilov. Pero mientras estábamos en el salón, durante todos aquellos debates, yo había resuelto someter la cuestión a un arbitraje y elegir como árbitro a Vassine o, si no era posible, a algún...
4. Dostoevsky. Los hermanos Karamazov (Spanish. Братья Карамазовы). Cuarta parte. Libro XII. Un error judicial. capítulo XII. No hubo asesinato
Входимость: 1. Размер: 22кб.
Часть текста: debemos obrar con prudencia. Hasta hoy el ministerio público no se había atrevido a admitir la premeditación. Para admitirla ha necesitado de esa fatídica carta escrita en estado de embriaguez que se ha presentado hoy al tribunal. "Todo sucedió tal como el acusado anunció por escrito." Pero repito que Dmitri Fiodorovitch sólo fue a casa de su padre para saber si estaba allí su amada. Esto es indudable. Si el acusado hubiera hallado a la señorita Svietlov en su propia casa, no habría dado ningún paso más. Fue a casa de Fiodor Pavlovitch sin más propósito que el de buscar a su amada, tal vez sin acordarse de la carta que había escrito. "Pero cogió una mano de mortero." Efectivamente, cogió este objeto que como ustedes saben, ha dado lugar a deducciones psicológicas. Sin embargo, acude a mi mente esta simple idea: si la mano de mortero, en vez de estar al alcance del acusado, hubiera estado guardada en uno de los armarios de la cocina, Dmitri Fiodorovitch, al no verla, habría salido de allí con las manos vacías y no habría podido agredir a nadie. Se puede deducir de esta conducta la premeditación? Ciertamente, el acusado había proferido en las...
5. Dostoevsky. El adolecente (Spanish. Подросток). Tercera parte. Capítulo VIII
Входимость: 1. Размер: 25кб.
Часть текста: VIII CAPÍTULO VIII I Como nos pasamos toda la tarde hablando y nos quedamos hasta que se hizo de noche, no contaré todo lo que se dijo: sino solamente lo que por fin me explicaba un punto enigmático de su vida. Comenzaré con esto: no hay para mí duda alguna de que quiso a mamá y que si la abandonó y se separó de ella al marcharse al extranjero fue porque estaba demasiado abrumado por el fastidio o por alguna otra. razón de esa índole, cosa que por otra parte le sucede aquí a todo el mundo, pero que siempre es difícil de explicar. Por lo demás, en el extranjero, después de haber pasado no mucho tiempo, se sintió invadido de pronto por su amor a mamá, desde lejos, en pensamiento, y la mandó a buscar. "Una picada", se dirá tal vez, pero yo diría otra cosa: a mi entender, había allí todo to que puede haber de más serio en la vida de un hombre, a pesar de todas las falsedades de las que en parte admito la existencia. Pero, lo juro, su tedio europeo está fuera de dudas y no se halla únicamente al nivel, sino infinitamente por encima de no importa cualesquiera de esas actividades prácticas de hoy día, la construccion de ferrocarriles por ejemplo. En su amor por la humanidad veo un sentimiento extremadamente sincero y profundo, sin la menor falsedad; y en su amor a mamá, algo absolutamente indiscutible, aunque tal vez un poco fantástico también. En el extranjero, en "el aburrimiento y la felicidad", y, añadicé aún, en el aislamiento más estrictamente monacal (este dato particular me ha sido suministrado más tarde por Tatiana Pavlovna), se...
6. Dostoevsky. El jugador (Spanish. Игрок). Capítulo 9
Входимость: 1. Размер: 23кб.
Часть текста: de su propia servidumbre y de un sinfín de baúles y maletas, sentada como reina en su trono estaba... la abuela. Sí, ella misma, formidable y rica, con sus setenta y cinco años a cuestas: Antonida Vasilyevna Tarasevicheva, terrateniente y aristocrática moscovita, la baboulinka, acerca de la cual se expedían y recibían telegramas, moribunda pero no muerta, quien de repente aparecía en persona entre nosotros como llovida del cielo. La traían, por fallo de las piernas, en un sillón, como siempre en estos últimos años, pero, también como siempre, marrullera, briosa, pagada de sí misma, muy tiesa en su asiento, vociferante, autoritaria y con todos regañona; en fin, exactamente como yo había tenido el honor de verla dos veces desde que entré como tutor en casa del general. Como es de suponer, me quedé ante ella paralizado de asombro. Me había visto a cien pasos de distancia cuando la llevaban en el sillón, me había reconocido con sus ojos de lince y llamado por mi nombre y patronímico, detalle que, también según costumbre suya, recordaba de una vez para siempre. "Y a ésta -pensé- esperaban verla en un ataúd, enterrada y dejando tras sí una herencia! Pero si es ella la que nos enterrará a todos y a todo el hotel! Pero, santo Dios, qué será de nuestra gente ahora? qué será ahora del general? Va a poner el hotel patas arriba! " -Bueno, amigo, por qué estás plantado ahí con esos ojos saltones? -continuó gritándome la abuela-. Es que no...
7. Dostoevsky. The Gambler (English. Игрок). Chapter XVII
Входимость: 1. Размер: 25кб.
Часть текста: I last looked at these notes of mine. I do so now only because, being overwhelmed with depression, I wish to distract my mind by reading them through at random. I left them off at the point where I was just going to Homburg. My God, with what a light heart (comparatively speaking) did I write the concluding lines!--though it may be not so much with a light heart, as with a measure of self-confidence and unquenchable hope. At that time had I any doubts of myself ? Yet behold me now. Scarcely a year and a half have passed, yet I am in a worse position than the meanest beggar. But what is a beggar? A fig for beggary! I have ruined myself --that is all. Nor is there anything with which I can compare myself; there is no moral which it would be of any use for you to read to me. At the present moment nothing could well be more incongruous than a moral. Oh, you self-satisfied persons who, in your unctuous pride, are forever ready to mouth your maxims--if only you knew how fully I myself comprehend the sordidness of my present state, you would not trouble to wag your tongues at me! What could you say to me that I do not already know? Well, wherein lies my difficulty? It lies in the fact that by a single turn of a roulette wheel everything for me, has become changed. Yet, had things befallen otherwise, these moralists would have been among the first (yes, I feel persuaded of it) to approach me with friendly jests and congratulations. Yes, they would never have turned from me as they are doing now! A fig for all of them! What am I? I am zero--nothing. What shall ...
8. Dostoevsky. Los hermanos Karamazov (Spanish. Братья Карамазовы). Primera parte. Libro II. Una reunión fuera de lugar. Capítulo II. Un viejo payaso
Входимость: 1. Размер: 25кб.
Часть текста: lugar. Capítulo II. Un viejo payaso CAPÍTULO II UN VIEJO PAYASO Entraron casi al mismo tiempo que el starets , el cual había salido de su dormitorio apenas llegaron los visitantes. Éstos entraron en la celda precedidos por dos religiosos de la ermita: el padre bibliotecario y el padre Pasius, hombre enfermizo a pesar de su edad poco avanzada, pero notable por su erudición, según decían. Además, había allí un joven que llevaba un redingote y que debía de frisar en los veintidós años. Era un antiguo alumno del seminario, futuro teólogo, al que protegía el monasterio. Era alto, de tez fresca, pómulos salientes y ojillos oscuros y vivos. Su rostro expresaba cortesía, pero no servilísmo. No saludó a los visitantes como un igual, sino como un subalterno, y permaneció de pie durante toda la conferencia. El starets Zósimo se presentó en compañía de un novicio y de Aliocha. Los religiosos se pusieron en pie y le hicieron una profunda reverencia, tocando el suelo con las puntas de los dedos. Después recibieron la bendición del starets y le besaron la mano. El starets les contestó con una reverencia igual -hasta tocar con los dedos el suelo- y les pidió lo bendijesen. Esta ceremonia, revestida de grave solemnidad y desprovista de la superficialidad de la etiqueta mundana, no carecía de emoción. Sin embargo, Miusov, que estaba delante de sus compañeros, la consideró premeditada. Cualesquiera que fuesen sus ideas, la simple educación exigía que se acercara al starets para recibir su bendición, aunque no le besara la mano. El día anterior había decidido hacerlo así, pero ante...
9. Dostoevsky. Crimen y castigo (Spanish. Преступление и наказание). Cuarta parte. Capitulo II
Входимость: 1. Размер: 34кб.
Часть текста: qué temo tanto a ese hombre. Inmediatamente después del entierro de su mujer se ha venido a Petersburgo. Es un tipo muy extraño y parece abrigar algún proyecto misterioso. Qué es lo que proyectará? Hay que proteger a Dunia contra él. Estaba deseando poder decírtelo. -Protegerla? Pero qué mal puede él hacer a Avdotia Romanovna? En fin, Rodia, te agradezco esta prueba de confianza. Puedes estar tranquilo, que protegeremos a tu hermana. Dónde vive ese hombre? -No lo sé. -Por qué no se lo has preguntado? Ha sido una lástima. Pero te aseguro que me enteraré. -Te has fijado en él? -preguntó Raskolnikof tras una pausa. -Sí, lo he podido observar perfectamente. -De veras lo has podido examinar bien? -insistió Raskolnikof. -Sí, recuerdo todos sus rasgos. Reconocería a ese hombre entre mil, pues tengo buena memoria para las fisonomías. Callaron nuevamente. -Oye -murmuró Raskolnikof-, sabes que...? Mira, estaba pensando que... no habrá sido todo una ilusión? -Pero qué dices? No lo entiendo. Raskolnikof torció la boca en una sonrisa. -Te lo diré claramente. Todos creeréis que me he vuelto loco, y a mí me parece que tal vez es verdad, que he perdido la razón y que, por lo tanto, lo que he visto ha sido un espectro. -Pero qué disparates estás diciendo? -Sí, tal vez esté loco y todos los acontecimientos de estos últimos días sólo hayan ocurrido en mi imaginación. -A ti te ha trastornado ese hombre, Rodia! Qué te ha dicho? Qué quería de ti? Raskolnikof no le contestó. Rasumikhine reflexionó...
10. Dostoevsky. Los hermanos Karamazov (Spanish. Братья Карамазовы). Cuarta parte. Libro XII. Un error judicial. Capítulo II. Declaraciones adversas
Входимость: 1. Размер: 24кб.
Часть текста: de los testigos resumieron claramente los hechos. Anoté íntegramente algunos pasajes de estos dos notables discursos, que ofreceré al lector oportunamente, y también referiré un hecho inesperado que indudablemente influyó en la fatídica sentencia. Todos advirtieron desde el principio la solidez de la acusación y la debilidad de la defensa. Se vio como los hechos se agrupaban, se acumulaban, y como el crimen, con todo su horror, iba surgiendo a la luz. Era evidente que la causa estaba ya fallada, que no había la menor duda acerca del resultado, que la culpa del acusado estaba archidemostrada y que la vista se celebraba por pura fórmula. Yo creo que incluso aquellas damas que esperaban con tanta impaciencia la absolución del interesante reo estaban convencidas de su culpabilidad. Es más, me parece que habrían lamentado que esta culpa fuera menos evidente, ya que ello habría aminorado el efecto del desenlace. Aunque parezca extraño, todas las mujeres creyeron hasta el último instante que se declararía inocente a Mitia. "Es culpable -se decían-, pero se le absolverá por humanidad, por respeto a las nuevas ideas. " Ésta era la razón de que hubieran acudido con el interés reflejado en el rostro. A los hombres les interesaba especialmente la lucha entre el fiscal y el famoso Fetiukovitch. Todos se preguntaban qué podría hacer este letrado, a pesar de su fama, en una causa perdida de antemano. De aquí que fuera el centro de la atención general. Pero Fetiukovitch fue hasta el final un enigma. Los expertos...