Поиск по творчеству и критике
Cлово "LISA"


А Б В Г Д Е Ж З И Й К Л М Н О П Р С Т У Ф Х Ц Ч Ш Щ Э Ю Я
0-9 A B C D E F G H I J K L M N O P Q R S T U V W X Y Z
Поиск  
1. Dostoevsky. El adolecente (Spanish. Подросток). Segunda parte. Capítulo VII
Входимость: 55. Размер: 56кб.
2. Dostoevsky. El adolecente (Spanish. Подросток). Tercera parte. Capítulo IV
Входимость: 36. Размер: 63кб.
3. Dostoevsky. El adolecente (Spanish. Подросток). Segunda parte. Capítulo III
Входимость: 33. Размер: 45кб.
4. Dostoevsky. El adolecente (Spanish. Подросток). Primera parte. Capítulo X
Входимость: 27. Размер: 51кб.
5. Dostoevsky. El adolecente (Spanish. Подросток). Tercera parte. Capítulo II
Входимость: 23. Размер: 56кб.
6. Dostoevsky. El adolecente (Spanish. Подросток). Segunda parte. Capítulo V
Входимость: 10. Размер: 52кб.
7. Dostoevsky. El adolecente (Spanish. Подросток). Tercera parte. Capítulo IX
Входимость: 8. Размер: 54кб.
8. Dostoevsky. El adolecente (Spanish. Подросток). Primera parte. Capítulo VI
Входимость: 8. Размер: 70кб.
9. Dostoevsky. El adolecente (Spanish. Подросток). Tercera parte. Capítulo X
Входимость: 7. Размер: 57кб.
10. Dostoevsky. El adolecente (Spanish. Подросток). Tercera parte. Capítulo primero
Входимость: 7. Размер: 44кб.
11. Dostoevsky. El adolecente (Spanish. Подросток). Segunda parte. Capítulo VI
Входимость: 6. Размер: 42кб.
12. Dostoevsky. El adolecente (Spanish. Подросток). Segunda parte. Capítulo VIII
Входимость: 6. Размер: 58кб.
13. Dostoevsky. El adolecente (Spanish. Подросток). Tercera parte. Capítulo XIII
Входимость: 5. Размер: 38кб.
14. Dostoevsky. El adolecente (Spanish. Подросток). Tercera parte. Capitulo VI
Входимость: 5. Размер: 49кб.
15. Dostoevsky. El adolecente (Spanish. Подросток). Segunda parte. Capítulo IX
Входимость: 4. Размер: 49кб.
16. Dostoevsky. El adolecente (Spanish. Подросток). Primera parte. Capítulo IX
Входимость: 4. Размер: 67кб.
17. Dostoevsky. El adolecente (Spanish. Подросток). Segunda parte. Capítulo IV
Входимость: 3. Размер: 36кб.
18. Dostoevsky. El adolecente (Spanish. Подросток). Tercera parte. Capitulo XI
Входимость: 3. Размер: 52кб.
19. Dostoevsky. El adolecente (Spanish. Подросток). Índice de los personajes
Входимость: 2. Размер: 6кб.
20. Dostoevsky. El adolecente (Spanish. Подросток). Tercera parte. Capítulo V
Входимость: 2. Размер: 59кб.
21. Dostoevsky. El adolecente (Spanish. Подросток). Primera parte. Capítulo IV
Входимость: 1. Размер: 50кб.
22. Dostoevsky. El adolecente (Spanish. Подросток). Tercera parte. Capítulo III
Входимость: 1. Размер: 60кб.
23. Dostoevsky. El adolecente (Spanish. Подросток). Segunda parte. Capítulo II
Входимость: 1. Размер: 44кб.
24. Dostoevsky. El adolecente (Spanish. Подросток). Primera parte. Capítulo V
Входимость: 1. Размер: 61кб.
25. Dostoevsky. El adolecente (Spanish. Подросток). Primera parte. Capítulo VIII
Входимость: 1. Размер: 68кб.
26. Dostoevsky. El adolecente (Spanish. Подросток). Segunda parte. Capítulo primero
Входимость: 1. Размер: 48кб.

Примерный текст на первых найденных страницах

1. Dostoevsky. El adolecente (Spanish. Подросток). Segunda parte. Capítulo VII
Входимость: 55. Размер: 56кб.
Часть текста: y se dispuso a encender la estufa. Imposible echarla. Todo el tiempo que Fecla tardó en poner la leña y encender el fuego, paseé por mi habitacioncita a grandes zancadas, sin iniciar la conversación y hasta evitando mirar a Lisa. La criada maniobraba con una lentitud indecible, adrede, como hacen todas las criadas en semejantes casos, cuando notan que a los amos les molesta hablar delante de ellas. Lisa estaba sentada sobre la mesa delante de la ventana y me seguía con la mirada. -El café se te va a enfriar - dijo de repente. La miré: ni la más mínima turbación, una calma perfecta, e incluso una sonrisa en los labios. "He aquí cómo son las mujeres", pensé, encogiéndome de hombros. Por fin la criada terminó de encender la estufa y empezó a arreglar la habitación. Pero la despedí enérgicamente y cerré la puerta con llave. -Quieres hacer el favor de decirme por qué has cerrado la puerta? - preguntó Lisa. Me planté delante de ella. -Lisa!, cómo has podido creer que ibas a engáñarme de semejante manera? - exclamé de improviso, sin haber pensado lo...
2. Dostoevsky. El adolecente (Spanish. Подросток). Tercera parte. Capítulo IV
Входимость: 36. Размер: 63кб.
Часть текста: quien escribiera, sin que mi corazón esté interesado en ello, bajo la forma de una especie d'entre-filet de periódico. Lambert, mi camarada de infancia, habría podido muy bien y casi literalmente estar afiliado a esas innobles bandas de pequeños intrigantes que se asocian con objeto de lo que hoy se llama "chantage" y que caen ahora bajo el peso de ciertas definiciones y penas del código. La banda en la que participaba Lambert se había formado en Moscú y había cometido ya allí no pocas fechorías (posteriormente fueron descubiertas en parte). Supe después que en Moscú habían tenido, durante algún tiempo, a un dirigente extraordinariamente experimentado y no tonto del todo, un hombre ya maduro. Ejecutaban sus empresas, bien toda la banda junta, bien por grupos. Al lado de cosas extremadamente sucias a indecibles (de las que por otra parte se ha hablado en los periódicos), se entregaban también a empresas bastante complicadas a incluso muy sabias, bajo la dirección de su jefe. Me he enterado de algunas de ellas luego, pero no entraré en detalles. Mencionaré solamente que el rasgo más caracteristico de su actividad consistía en descubrir los secretos de hombres a veces muy honrados y colocados en alta posición; tras de lo cual, iban a visitar a esos personajes y los amenazaban con publicar ciertos documentos (que a veces no poseian en absoluto), reclamando dinero para seguir callando. Hay cosas que no son reprensibles y que de ninguna manera son criminales, pero cuya publicación...
3. Dostoevsky. El adolecente (Spanish. Подросток). Segunda parte. Capítulo III
Входимость: 33. Размер: 45кб.
Часть текста: me sentía demasiado confuso al separarme de él aquella mañana. Con respecto a mí, observaba en él un cambio enorme. Él nunca había empleado un tono parecido; y, contra Versilov, era una rebelión declarada. Sin duda Stebelkov lo habia puesto de mal humor; pero aquello había comenzado antes de la llegada de Stebelkov. Lo repito: el cambio podia notarse ya los días precedentes, pero no de esta manera, no hasta tal punto, y eso era lo importante. Lo que había podido causar aquel efecto era la estúpida noticia relativa a aquel ayudante de campo de Su Majestad, el barón Bioring (94)... También yo había salido turbado, pero... El hecho es que yo tenía entonces otra luz delante de los ojos y dejaba pasar muchas cosas sin prestarles ninguna atención: me apresuraba a dejarlas pasar, rechazaba todo lo que era sombrío y me dirigía hacia lo que brillaba... No era todavía la una de la tarde. Desde la casa del príncipe me dirigí con mi Matvei, se crea o no, directamente a casa de Stebelkov. Acababa de sorprenderme menos por su visita al príncipe (le había prometido venir) que por los guiños...
4. Dostoevsky. El adolecente (Spanish. Подросток). Primera parte. Capítulo X
Входимость: 27. Размер: 51кб.
Часть текста: adolecente (Spanish. Подросток). Primera parte. Capítulo X CAPÍTULO X I Me desperté a las diez y media y durante mucho tiempo no creí en mis ojos: sobre el diván donde había dormido la víspera, estaba sentada mi madre, y al lado de ella la infortunada vecina, la madre de la suicida. Las dos estaban cogidas de la mano y conversaban en voz baja, sin duda para no despertarme, y las dos lloraban. Me levanté y me precipité a abrazar a mi madre. Toda radiante, me besó y me hizo tres veces la señal de la cruz con la mano derecha. No habíamos pronunciado ni una palabra, cuando la puerta se abrió: Versilov y Vassine entraron. Mi madre inmediatamente se levantó, llevándose a la vecina. Vassine me tendió la mano; Versilov no me dijo una palabra y se dejó caer en la butaca. Mi madre y él estaban allí seguramente desde hacía algún tiempo. Su rostro estaba tenso y preocupado. -Lo que más lamento - le explicaba lentamente a Vassine, continuando sin duda la conversación comenzada - es no haber podido arreglar todo eso ayer tarde. Esta terrible historia no habría sucedido sin duda! Apenas ella se escapó de mi casa, decidí por mi parte seguirla hasta aquí y sacarla de su error, pero ese asunto imprevisto y urgente, que además habría podido muy bien aplazar hasta hoy... a incluso durante una semana, ese lamentable asunto ha impedido todo y todo lo ha estropeado. Las cosas que pasan! -Tal vez no hubiera usted conseguido convencerla. Aparte de usted, había ya mucho rencor acumulado - observó incidentalmente ~ Vassine. -No, yo habría triunfado. Seguramente habría triunfado. Tenía incluso una idea en la cabeza, enviar en mi lugar a Sofía Andreievna. La...
5. Dostoevsky. El adolecente (Spanish. Подросток). Tercera parte. Capítulo II
Входимость: 23. Размер: 56кб.
Часть текста: casi insoportable; pero todo el mundo en la casa adivinó la verdad, a saber, que ella sufría, y, en cuanto a mí, si al principio me irritaba y fruncía las cejas ante aquellos modales, fue únicamente a causa de mi susceptibilidad mezquina, decuplicada aún por la enfermedad; por lo menos eso es lo que pienso hoy de ello. Pero jamás dejé de querer a Lisa. Muy al contrario, la quería todavía más. Solamente que no quería ser yo quien diera el primer paso, aun comprendiendo que tampoco sería ella quien to daría, a ningún precio. Desde que se conoció la historia del príncipe, inmediatamente después de su arresto, Lisa no tuvo más preocupación que la de tomar respecto a nosotros y respecto a todo el mundo la actitud de una persona que no sabría ni siquiera admitir la idea de que se la pudiese compadecer o consolar, al justificar al príncipe. Al contrario, siempre tratando de no explicarse y de no discutir jamás, tenía en todo momento el aire de gloriarse con la conducta de su desgraciado novio, como si se tratara de un...
6. Dostoevsky. El adolecente (Spanish. Подросток). Segunda parte. Capítulo V
Входимость: 10. Размер: 52кб.
Часть текста: V I Llegué tarde para la comida, pero todavía no se habían sentado a la mesa: me esperaban. Tal, vez porque yo comía raramente en casa de ellos, se habían hecho algunos extraordinarios, como entremeses, sardinas, etc. Pero, con gran asombro por mi parte y gran pena, encontré a todo el mundo preocupado, enfurruñado: Lisa apenas sonrió al verme, y mamá estaba visiblemente inquieta; Versilov sonreía, pero con esfuerzo. "No habrán disputado?", pensé. Al principio, todo fue bien. Versilov solamente torció el gesto delante de la sopa de fideos, poniendo una cara larguísima cuando trajeron las albóndigas. -Basta que diga que mi estómago no soporta un determinado plato para que, al día siguiente, haga su aparicién - se dejó decir, lleno de despecho. -Pero, Andrés Petrovitch, qué quiere usted que haga? Todos los días no se puede inventar un plato nuevo - respondió tímidamente mi madre. -Tu madre es todo lo contrario de algunos de nuestros periódicos para los que todo lo que es nuevo es bueno. Versilov quería bromear, decir alguna cosa jovial y amable, pero no lo consiguió; no hizo más que asustar mayormente a mi madre que, como es natural, no comprendió nada de aquella comparación con los periódicos y lanzó miradas angustiadas. En aquel instante entró Tatiana Pavlovna, que declaró haber comido ya y que se sentó sobre el diván al lado de mi madre. Yo no había conseguido...
7. Dostoevsky. El adolecente (Spanish. Подросток). Tercera parte. Capítulo IX
Входимость: 8. Размер: 54кб.
Часть текста: de orador cuando me invitó a su casa? Sólo me había hecho un gran honor al dirigirse a mí como a su único amigo en un momento semejante, y jamás yo podría olvidar aquello. Por el contrario, su confesión era "conmovedora", aunque él tuviera que burlarse de ese calificativo, y si a veces contenía elementos cínicos o incluso un poco ridículos, yo era lo bastante ancho de miras para comprender o admitir el realismo, sin, por otra parte, manchar el ideal. Sobre todo, yo había comprendido por fin a aquel hombre y estaba un poco molesto y despechado por el hecho de que hubiera sido una cosa tan sencilla: a aquel hombre yo lo había instalado siempre en mi corazón, a una altura extrema, en las nubes; me era preciso absolutamente revestir su destino de misterio, y deseaba, como es natural, que ese misterio no se descubriese de una manera tan fácil. Por otra parte, en su encuentro con ella y en sus dos años de sufrimiento, había también bastantes cosas complicadas: "él no había querido la fatalidad; el tenía necesidad de libertad, y no de la servidumbre del...
8. Dostoevsky. El adolecente (Spanish. Подросток). Primera parte. Capítulo VI
Входимость: 8. Размер: 70кб.
Часть текста: hermana había vuelto del trabajo apenas un minuto antes que yo y aún no había salido de su habitación. Aquel partido se componía de tres habitaciones: aquella en la que todo el mundo se reunía según la costumbre, la habitación del medio o salón, era bastante espaciosa y hasta conveniente. Se veían allí divanes rojos y blandos, por lo demás pasablemente usados (Versilov no soportaba las fundas), algunos tapices, varias mesas veladores inútiles. Seguidamente, a la derecha, se abría el cuarto de Versilov, estrecho y exiguo, con una sola ventana; había allí una miserable mesa de escritorio sobre la que se arrastraban varios libros abandonados y papeles olvidados, y delante de la mesa un no menos lastimoso sillón blando, cuyos muelles rotos apuntaban al aire, lo que con frecuencia hacía gemir y jurar a Versilov. En aquel mismo gabinete era donde se le preparaba la cama en un diván blando a igualmente usado; él detestaba aquel gabinete y, según creo, no se servía jamás de él, prefiriendo quedarse sin hacer nada en el salón durante horas enteras. A la izquierda del salón se encontraba un cuartito exactamente idéntico, donde dormían mi madre y mi hermana. Se tenía acceso al salón por un pasillo que terminaba en la cocina, donde se alojaba la cocinera Lukeria (42). Cuando ella estaba en funciones, un olor a grasa quemada se esparcía sin piedad por todo el apartamiento. Había instantes en que...
9. Dostoevsky. El adolecente (Spanish. Подросток). Tercera parte. Capítulo X
Входимость: 7. Размер: 57кб.
Часть текста: previas, sería imposible saber a qué atenerse. Se trataba de aquel "saco" del que había hablado Tatiana Pavlovna. Consistía en que Ana Andreievna se había arriesgado, por fin, a dar el paso más osado que hubiera sido posible imaginarse en su situación. He ahí verdaderamente un carácter! Aunque el viejo príncipe, bajo pretexto de su delicada salud, hubiese sido confinado en Tsarskoie-Selo, de forma que la noticia de su proyectado casamiento con Ana Andreievna no había podido propagarse por el gran mundo y había sido de momento, por así decirlo, ahogada en germen, el débil anciano, del que se podía concebir todo, no habría consentido jamás, por nada en el mundo, en abandonar su idea y en traicionar a Ana Andreievna, que le había pedido que se casara con ella. En este aspecto era un caballero; tarde o temprano, podría levantarse de repente y poner en ejecución su proyecto con una energía indomable, cosa que sucede tan a menudo, precisamente en los caracteres débiles, porque hay un límite más allá del cual no conviene empujarlos. Además se daba cuenta perfectamente de la situación delicada de Ana Andreievna, a la que respetaba infinitamente, así como de la posibilidad de rumores, burlas y comentarios de mal gusto a cuenta de ella. La que lo calmaba y lo detenía de momento, era únicamente que Catalina Nicolaievna no se había permitido nunca, ni con palabras, ni por alusiones, emitir en su presencia una opinion molesta sobre Ana Andreievna, ni manifestar...
10. Dostoevsky. El adolecente (Spanish. Подросток). Tercera parte. Capítulo primero
Входимость: 7. Размер: 44кб.
Часть текста: mi individualidad la que vuelve bajo mi pluma, no es más que por efecto de un deplorable error, al que me resulta imposible escapar, a pesar de todos mis deseos. Lo que, sobre todo, me apena es que, al contar con tanto fuego mis propias aventuras, de rechazo doy motivos para creer que sigo siendo lo que era entonces. El lector se acuerda por otra parte de que he exclamado más de una vez: "Ah, si se pudiera cambiar el pasado y volver a empezar todo de nuevo! " Yo no habría podído lanzar esta exclamación si no estuviese ahora radicalmente cambiado, si no me hubiese convertido en un hombre completamente distinto. Es demasiado obvio; si solamente fuera posible hacerse una idea de hasta qué punto rne fastidian todas estas excusas y estos prefacios que me veo obligado a insertar en todo instante, en mitad mismo de mis notas! Al grano! Después de nueve días de inconsciencia, volví en mi, resucitado, pero no corregido; mi renacimiento era por lo demás estúpido, si se le toma en un sentido amplio, y quizá, si eso sucediera hoy, ocurriría de una manera muy distinta. La idea, es decir, el sentimiento, consistía una vez más únicamente (como millares de veces antes) en abandonarlos de verdad, ...